Las pérdidas de información suelen presentarse de manera inesperada y pueden provocar daños irreparables. Las causas por las que podemos perder nuestros archivos más preciados pueden ser de diferente índole:
- Avería total o parcial de los discos duros, del ordenador o externos. Aunque en ocasiones aparecen síntomas que nos pueden alertar, la mayoría de las veces el fallo es repentino y sin posibilidades de recuperación.
- La gran variedad de dispositivos móviles que utilizamos (portátil, tableta, smartphone, etc.) hace que aumente la probabilidad de perderlos o que nos lo roben, con la consiguiente pérdida de información.
- El deterioro físico provocado por el tiempo y el uso afecta también a soportes como los CDs y DVDs.
- El borrado accidental es otro modo de perder información. No todo podremos rescatarlo de la papelera de reciclaje. Por ejemplo, no podremos recuperar ficheros sobrescritos en el ordenador o archivos eliminados en móviles como Android.
- Algunos tipos de virus pueden provocar la destrucción o borrado de los archivos y quedar irrecuperables. Un ejemplo de esto es el famoso virus que suplanta al servicio de Correos y Telégrafos.
Cómo evitar la pérdida de datos
Para que no perdamos nuestros datos, pase lo que pase, debemos:
- Realizar copias de seguridad periódicamente de la información más importante en distintos dispositivos o soportes para que si por algún motivo, uno de ellos falla, podamos seguir teniendo acceso a dicha información desde otros.
- Utilizar una aplicación fiable que nos proporcione seguridad al realizar las copias.
- Utilizar sistemas de cifrado robustos si vamos a copiar o almacenar información sensible o privada, para impedir su lectura a otras personas.
- Conocer las ventajas e inconvenientes de la nube si vamos a utilizarla para salvaguardar información y valorar su conveniencia.